http://enlacezapatista.ezln.org.mx/2015/05/05/sobre-las-elecciones-organizarse/
Abril del 2015.
A l@s compas de la Sexta:
A l@s que están leyendo porque les interesa aunque no sean de la Sexta:
En estos días, como de por sí cada que hay esa cosa que llaman “proceso electoral”, escuchamos y miramos que salen con que el EZLN llama a la abstención, o sea que el EZLN dice que no hay que votar. Eso y otras tonterías dicen, que de balde tienen cabeza grande, que ni estudian siquiera la historia, ni siquiera buscan. Y eso que hasta hacen libros de historia y biografías y cobran por esos libros. O sea que cobran por decir mentiras. Como los políticos.
Claro que ustedes lo saben que a nosotr@s ni nos interesan esas cosas que hacen los de arriba para tratar de convencer a la gente de abajo de que la toman en cuenta.
Como zapatistas que somos no llamamos a no votar ni tampoco a votar. Como zapatistas que somos lo que hacemos, cada que se puede, es decirle a la gente que se organice para resistir, para luchar, para tener lo que se necesita.
Nosotr@s, como much@s más en los pueblos originarios de estas tierras, ya lo sabemos su modo de los partidos políticos, y es una mala historia de malas personas.
Una historia que para nosotr@s como zapatistas que somos, ya es historia pasada.
Creo que fue el finado Tata Juan Chávez Alonso el que dijo que los partidos parten los pueblos, los dividen, los enfrentan, los hacen pelear entre mismos familiares.
Y de por sí así lo vemos cada tanto en estas tierras.
Ustedes lo saben que en varias comunidades en las que estamos, pues hay gente que no es zapatista, sino que están así sin organizarse, mal viviendo y esperando a que el mal gobierno le va a dar su limosna para sacarse foto que el gobierno es bueno.
Entonces vemos que, cada que hay elecciones, unos se hacen de rojo, otros de azul, otros de verde, otros de amarillo, otros descoloridos, y así. Y se pelean entre ellos, en veces mismo entre familiares se pelean. ¿Por qué se pelean? Pues por ver quién los va a mandar, a quién van a obedecer, quién les va a dar órdenes. Y piensan que si gana tal color, pues los que apoyaron ese color van a recibir más limosna. Y entonces lo vemos que dicen que son muy conscientes y decididos de ser partidistas, y a veces hasta se matan entre sí por un pinche color. Porque es el mismo que ya manda el que quiere cargo, a veces se viste de rojo, o de azul, o de verde, o de amarillo, o se pone un nuevo color. Y dicen que ya son del pueblo y que hay que apoyarlos. Pero no son del pueblo, son los mismos gobiernos que un día son diputados locales, otro son síndicos, otro son funcionarios de partido, ahora ya son presidentes municipales y así se la pasan brincando de un cargo a otro, y también brincando de un color a otro. Son los mismos, los mismos apellidos, son los familiares, los hijos, los nietos, los tíos, los sobrinos, los parientes, los cuñados, los novios, los amantes, los amigos de los mismos cabrones y cabras de siempre. Y siempre dicen la misma palabra: dicen que van a salvar al pueblo, que ahora sí ya se van a portar bien, que ya no van a robar tanto, que van a ayudar a los jodidos, que los van a sacar de la pobreza.
Bueno, pues entonces se gastan su dinerito, que por cierto no es suyo sino que lo sacan de los impuestos. Pero esas cabras y cabritos no es que se gastan la paga en ayudar o en apoyar a los jodidos. No. Sino que se lo gastan en poner sus letreros y sus fotos en las propagandas electorales, en los anuncios de las radios y televisiones comerciales, en sus periódicos y revistas de paga, hasta en el cine aparecen.
Bueno, pues los que en las comunidades son muy partidistas en tiempos electorales y muy conscientes de su color que tienen, cuando ya queda quien ganó, todos se pasan de ese color, porque piensan que así les van a dar su regalito.
Por ejemplo, que ahora les van a dar su televisión. Bueno, como zapatistas que somos nosotros decimos que les están dando un bote de basura, porque por esa televisión les van a mandar un montón de basura.
Pero si antes les daban o no les daban cabal, ahora ya no les dan ni les van a dar.
Si les daban, pues para hacerse haraganes. Hasta se olvidaron de cómo se trabaja la tierra. Están ahí nomás, esperando que llega la paga del gobierno para gastársela en trago. Y están ahí en sus casas, burlándonos porque nosotr@s nos vamos a darle al trabajadero, y ellos nomás están esperando que regresa la mujer, la hija, que la mandaron a recoger la despensa, el apoyo del gobierno.
Así, hasta que ya no llega. No les avisan, no sale en los medios de paga, nadie viene a decirles que son sus salvadores. Simplemente ya no hay apoyo. Y ese hermano, hermana se da cuenta de que no tiene nada ya, que no hay para trago, pero tampoco para maíz, frijol, jabón, calzones. Y entonces pues tiene que volver al trabajadero que está abandonado, enmontado que ni se puede caminar. Y como ya se olvidó de trabajar, luego se le ampollan las manos y ya ni el machete puede agarrar. Como que lo volvieron un inútil que sólo vive de limosnas y no de trabajo.
Y eso ya está pasando. No sale en las noticias de los malos gobiernos. Al contrario, sale que sí, que muchos apoyos. Pero en los pueblos no llega ya. ¿Dónde queda la paga que dice el mal gobierno que está dando de la campaña de limosna para el hambre? Bueno, pues lo sabemos que allá arriba ya les dijeron que va a haber menos dinero o que de plano no va a haber. ¿Ustedes creen que si el campesino que está ya hallado a la limosna y se olvida de trabajar, el de arriba que le daba el apoyo sí trabaja? Pues no, ése de arriba también está hallado a recibir de gratis. No sabe vivir honradamente trabajando, sino sólo sabe de vivir de tener cargo en el gobierno.
Bueno, pues pasa que como ya hay menos paga, ya no llega nada. Todo se va quedando arriba. Un tanto agarra el gobernador, otro el juez, otro el policía, otro el diputado, otro el presidente municipal, otro el síndico, otro el líder campesino y pues ya para la familia del partidista pues no llega nada.
Pero antes sí llegaba, pero ya no llega. “¿Qué pasa?”, pregunta el partidista. Y piensa que es que ese color ya no sirve, y prueba de otro color. Y sale igual. En sus asambleas de los partidistas se encabronan, se gritan, se acusan entre sí, se llaman traidores, vendidos, corruptos. Y resulta que sí, que los que gritan y los gritados son de por sí traidores, vendidos y corruptos.
Y entonces, como quien dice la base de los partidistas, pues se desesperan, se angustian, se dan pena. Ya no hay la burla porque en nuestras casas zapatistas hay el maíz, hay el frijol, hay la verdura, hay un poco de paga para la medicina, la ropa. Y del trabajo colectivo sale para apoyarnos entre nosotros cuando hay una necesidad. Hay la escuela, hay la clínica. No es que el gobierno nos viene a ayudar. Es que nosotros mismos nos ayudamos entre compañeros zapatistas y con compañeroas de la Sexta.
Entonces viene el hermano partidista todo triste y nos pregunta que qué hace, que está cabrón.
Bueno, pues sépanlo lo que le respondemos:
No le decimos que se cambie de partido por otro que ahora sí es el menos peor.
No le decimos que vote.
Tampoco le decimos que no vote.
No le decimos que se entre en zapatista, porque bien lo sabemos, por nuestra historia, que no cualquiera tiene la fuerza de corazón para ser zapatista.
No lo burlamos.
Simple y sencillamente le decimos que se organice.
“¿Y luego, qué hago?”, nos pregunta.
Y entonces le decimos: “ahí lo vas a ver tú mismo qué haces, lo que llega en tu corazón, en tu cabeza, y no que llega otro a decirte qué tienes qué hacer”.
Y nos dice: “es que está muy cabrón la situación”.
Y nosotros no le decimos mentiras, no le echamos grandes rollos, ni discursos. Nosotros sólo le decimos la verdad:
“Se va a poner peor”.
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Bien lo sabemos que así pasa.
Pero también como zapatistas estamos claros de que hay todavía gente que, en otras partes de la ciudad y el campo, caen ahí en eso de los partidistas.
Y pues parece muy galán eso de los partidos, porque ahí se gana dinero sin trabajar, sin estar en chinga para ganar unos centavos y tener algo digno para comer, vestir, curarse.
Y pues lo que hacen los de arriba es engañar a la gente. Eso es su trabajo, de eso viven.
Y pues lo vemos que de por sí hay gente que lo cree, que sí, que ahora va a estar mejor la situación, que este dirigente sí lo va a resolver el problema, que sí se va a portar bien, que no va a robar mucho, sólo un poco va a transar, que hay que probar.
Entonces nosotros decimos que son pedazos de pequeñas historias que tienen que pasar. Que mismo en su ojo se tienen que dar cuenta de que no es que alguien va a resolver el problema, sino que lo tenemos que resolver nosotros mismos, mismas, como colectivos organizados.
Las soluciones las hace el pueblo, no los líderes, no los partidistas.
Y no es que lo estamos diciendo porque se escucha bonito. Es porque ya lo vimos en la realidad, es porque ya lo hacemos.
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Puede ser que hace mucho tiempo, algunos partidistas de izquierda, antes de que se hicieran institucionales, buscaban crear conciencia en el pueblo. No es que buscaban el Poder por las elecciones, sino que mover al pueblo para que se organice, y luche, y cambie el sistema. No sólo el gobierno. Todo, todo el sistema.
¿Por qué digo que partidistas de izquierda institucional? Bueno, porque lo sabemos que hay partidos de izquierda que no están en las transas de arriba, que tienen su modo, pero no se venden, ni se rinden, ni cambian su pensamiento de que hay que acabar con el sistema capitalista. Y porque lo sabemos, y nosotr@s como zapatistas no lo olvidamos, que la historia de la lucha de abajo también está escrita con su sangre.
Pero la paga es la paga y arriba es arriba. Y los partidistas de izquierda institucional cambiaron su pensamiento y ahora es buscar el puesto por el dinero. Así de sencillo: el dinero. O sea la paga.
¿O ustedes creen que crear conciencia se hace despreciando, humillando, regañando a la gente de abajo? ¿Diciéndoles que son unos come-tortas que no piensan? ¿Qué son ignorantes?
¿Ustedes creen que se crea conciencia si le piden el voto a la gente y al mismo tiempo la insultan diciendo que son unos babosos que se venden por una televisión?
¿Ustedes creen que crean conciencia si, cuando les dices “oye tú, partidista de izquierda, ese cabrito o cabra, que dices que es la esperanza, ya estuvo de otros colores y es una rata”, te responden que eres vendido al peña nieto?
¿Ustedes creen que crean conciencia si le dicen mentiras a la gente que los zapatistas decimos que no hay que votar; nomás porque están viendo que tal vez no les alcanza para el registro, o sea para más paga, y están nomás buscando pretexto y a quien culpar?
¿Ustedes creen que crean conciencia si tienen a los mismos que antes eran amarillos, o rojos, o verdes, o azules?
¿Ustedes creen que crean conciencia si están diciendo que no deben votar los que no tienen estudios y son pobres porque son ignorantes que sólo votan por el PRI?
Si el Velasco de Chiapas da cachetadas con la mano, esos partidistas dan cachetadas con su racismo mal escondido.
Miren que esos partidistas lo único que están creando de conciencia es que, además de orgullosos, son unos imbéciles.
¿Pues qué se creen?
¿Que después de recibir sus insultos, mentiras y regaños, la gente de abajo va a ir corriendo a ponerse de rodillas frente a su color, votar por ellos y rogarles que la salven?
Lo que decimos como zapatistas: ahí está la prueba de que para ser político partidista de arriba hay que ser baboso o sinvergüenza o criminal, o las tres cosas.
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Nosotr@s zapatistas decimos que no se le debe tener miedo a que el pueblo manda. Es lo más sano y juicioso. Porque el pueblo mismo va a hacer los cambios que verdaderamente necesita. Y sólo así va a existir un nuevo sistema de gobernar.
No es que no entendemos qué es lo quiere decir elegir o elección. Nosotras, nosotros los zapatistas, tenemos otro calendario y geografía de cómo hacer elecciones en territorio rebelde, con resistencia.
Ya lo tenemos lo nuestro como pueblos que en verdad eligen, y no hay millonadas que se gastan y mucho menos toneladas de basura de plásticos, de lonas de sus fotografías de rateros y criminales.
Cierto que apenas llevamos 20 años que estamos caminando con elegir nuestras autoridades autónomas, con democracia verdadera. Con eso hemos caminado, con la Libertad que conquistamos y con la otra Justicia del pueblo organizado. Donde se involucran los miles de mujeres y de hombres para elegir. Donde todas y todos quedan de acuerdo y se organizan para su vigilancia que cumplan su mandato de los pueblos. Donde los pueblos se organizan para ver cuál va ser sus trabajos de los autoridades.
O sea cómo manda el pueblo a su gobierno.
Los pueblos se organizan en asambleas, donde empiezan a opinar y de ahí empiezan a salir las propuestas y las estudian las propuestas, sus ventajas y desventajas, y las analizan cuál es las mejor. Y antes de decidir las llevan a todos los pueblos para su aprobación y vuelta la asamblea para la toma de decisión según la mayoría de la decisión de los pueblos.
Ésta es ya la vida zapatista en los pueblos. Ya es una cultura de verdad.
¿Les parece que es muy lento? Por eso decimos que es según nuestro calendario.
¿Les parece que es porque somos pueblos originarios? Por eso decimos que es según nuestra geografía.
Cierto que hemos tenido muchos errores, muchas fallas. Cierto que tendremos más.
Pero son nuestras fallas.
Nosotr@s las cometemos. Nosotr@s las pagamos.
No como en los partidistas que los dirigentes hacen la falla y además cobran, y los de abajo son los que la pagan.
Por eso de lo que viene de elecciones en el mes de junio, ni nos va, ni nos viene.
Ni llamamos a votar, ni llamamos a no votar. No nos interesa.
Es más, ni nos preocupa.
A nosotras, nosotros, zapatistas, lo que nos interesa es conocer más de cómo resistimos y enfrentamos las muchas cabezas del sistema capitalista que nos explota, nos reprime, nos desprecia y nos roba.
Porque no es sólo por un lado y de una forma que el capitalismo oprime. Oprime si mujer. Oprime si empleado. Oprime si obrero. Oprime si campesino. Oprime si joven. Oprime si niña o niño. Oprime si maestro. Oprime si estudiante. Oprime si artista. Oprime si piensas. Oprime si eres humano, o planta, o agua, o tierra, o aire, o animal.
No importa qué tanto lo perfumen y laven, el sistema capitalista “chorrea sangre y lodo, por todos los poros, desde la cabeza hasta los pies” (ahí lo vean quién lo escribió así y dónde).
Entonces nuestra idea no es para promover el voto.
Tampoco es para promover la abstención o el voto en blanco.
Nuestro pensamiento no es para dar recetas de cómo hacer frente al problema del capitalismo.
Tampoco es para imponer nuestro pensamiento a otr@s.
El seminario es para ver varias cabezas del sistema capitalista, para tratar de entender si tiene nuevos modos de atacarnos o son los mismos modos de antes.
Si nos interesan otros pensamientos es para ver si es que es cierto lo que vemos que viene, de una crisis económica tremenda que se va a juntar con otros males y va hacer mucho daño a tod@s en tod@s partes, en todo el mundo.
Entonces si sí es cierto que viene eso, o que ya está, pues hay que pensar si sirve hacer lo mismo que se ha hecho antes.
Pensamos que tenemos que obligarnos a pensar, a analizar, a reflexionar, a criticar, a buscar nuestro paso propio, nuestro modo propio, en nuestros lugares y en nuestros tiempos.
Ahora le pregunto a usted que está leyendo esto: vote o no vote, ¿le hace daño pensar cómo está el mundo en el que vivimos, analizarlo, entenderlo? ¿Pensar críticamente le impide votar o abstenerse? ¿Le ayuda o no para organizarse?
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Completando de las elecciones:
Sólo para que quede bien claro y no se dejen ustedes engañar de que decimos lo que no decimos.
Nosotros entendemos que hay quienes creen que sí lo van a poder cambiar el sistema con votar en las elecciones.
Nosotros decimos que está cabrón porque es el mismo Mandón el que organiza las elecciones, el que dice quién es candidato, el que dice cómo se vota y cuándo y dónde, el que dice quién gana, el que lo anuncia y el que dice si fue legal o no.
Pero bueno, hay gente que piensa que sí. Está bien, nosotros no decimos que no, pero tampoco que sí.
Entonces, voten por un color o descolorido, o no voten, lo que nosotr@s decimos es que hay que organizarse y tomar en nuestras manos el quién es gobierno y obligarlo a que obedezca al pueblo.
Si usted ya pensó que no va a votar, nosotr@s no decimos que está bien, tampoco decimos que está mal. Sólo le decimos que creemos que no basta, que hay que organizarse. Y claro, que se prepare porque le van a echar la culpa de las miserias de la izquierda partidista institucional.
Si usted pensó que sí va a votar y ya sabe a quién va a votar, pues igual, no opinamos si está bien o mal. Lo que sí le decimos claro es que se prepare porque va a tener mucha rabia por las trampas y fraudes que le van a hacer. Porque para trampas son expertos los que están en el Poder. Porque ya está decidido por los de arriba qué va a pasar.
Lo sabemos también que hay líderes que lo engañan a la gente. Le dicen que sólo hay dos caminos para cambiar el sistema: o la lucha electoral o la lucha armada.
Ésos dicen eso o por ignorantes o por sinvergüenzas, o por las dos cosas.
En primera, ellos no están luchando por cambiar el sistema, ni por tomar el Poder, sino por ser gobierno. No es lo mismo. Dicen que ya que tengan el gobierno, desde ahí van a hacer cosas buenas, pero tienen cuidado de dejar claro que no van a cambiar el sistema, sino que sólo le van a quitar lo malo.
Tal vez conviene que estudien un poco y aprendan que ser gobierno no es tener el Poder.
Se ve que tampoco saben que si le quitan lo malo al capitalismo, ya no hay capitalismo. Y les voy a decir por qué: porque el capitalismo es la explotación del hombre por el hombre, de muchos por unos pocos. Aunque le agreguen que también las mujeres, eso no cambia. Aunque le agreguen que también otroas, eso no cambia. Sigue siendo el sistema donde unoas se enriquecen a costa del trabajo de otroas. Y son poc@s l@s otroas de arriba, y son much@s l@s otroas de abajo. Si esos partidistas dicen que eso es bueno y que sólo hay que cuidar que no se pasen de rosca, está bien, que así lo digan.
Pero para llegar a ser gobierno no sólo hay dos vías como dicen ellos (la vía armada y la vía electoral). Se les olvida que el gobierno también se puede comprar (¿o ya se les olvidó como llegó al gobierno el Peña Nieto?). Y no sólo eso, tal vez no lo saben pero se puede mandar sin ser gobierno.
Si esa gente dice que sólo se puede con las armas o con las elecciones, lo único que dicen es que no conocen historia, que no estudian bien, que no tienen imaginación, y que son unos sinvergüenzas.
Bastaría con que vieran un poco hacia abajo. Pero ya se les torció el cuello de tanto ver para arriba.
Por eso, nosotras, nosotros las y los zapatistas, no nos cansamos de decir, organícense, organicémonos, cada quién en su lugar, luchemos por organizarse, trabajemos por organizarse, pensemos por empezar a organizar y encontrémonos por unir nuestras organizaciones por un Mundo donde los pueblos mandan y gobierno obedece.
En resumen: como dijimos antes, como decimos ahora: votes o no votes, organízate.
Y pues nosotras, nosotros, zapatistas, pensamos que hay que tener buen pensamiento para organizarnos. O sea que se necesita la teoría, el pensamiento crítico.
Con el pensamiento crítico lo analizamos sus modos del enemigo, de quien nos oprime, nos explota, nos reprime, nos desprecia, nos roba.
Pero también con el pensamiento crítico vamos viendo cómo es nuestro camino, cómo son nuestros pasos.
Por eso estamos llamando a toda la Sexta para que hagan reuniones de pensamiento, de análisis, de teoría, de cómo ven su mundo, su lucha, su historia.
Los llamamos a que hagan sus propios semilleros y nos compartan lo que ahí siembren.
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Nosotr@s como zapatistas vamos a seguir como ya estamos gobernándonos con el pueblo manda y gobierno obedece.
Como dicen las y los compañeros zapatistas: Hay lum tujbil vitil ayotik. Quiere decir: está muy bonito como estamos.
Otra: Nunca ya kikitaybajtic bitilon zapatista. Quiere decir: nunca nos dejaremos de ser zapatista.
Una más: Jatoj kalal yax chamon te yax voon sok viil zapatista. Quiere decir: Hasta que me muera pero aun llevo mi nombre de ser zapatista.
Desde las montañas del sureste mexicano.
A nombre de todo el EZLN, de los hombres, mujeres, niños y ancianos del Ejército Zapatista de Liberación Nacional.
Subcomandante Insurgente Moisés.
México, Abril-Mayo del 2015.