Subcomandante Insurgente Moisés y Subcomandante Insurgente Galeano
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EJÉRCITO ZAPATISTA DE LIBERACIÓN NACIONAL.
MÉXICO.
Febrero del 2015.
Para: Doña Emilia Aurora Sosa Marín.
De: Subcomandantes Insurgentes Moisés y Galeano.
EZLN, Chiapas, México.
Compañera Emilia:
Hace algunas horas supimos la noticia. No sabemos cuánto tarden estas líneas en llegar hasta sus manos, pero sabemos que, sin importar el calendario, sabrá usted leer en ellas el abrazo colectivo que le damos.
Porque acá también duele y da pena el fallecimiento, la madrugada del pasado 22 de febrero, de Don Félix Serdán Nájera, oficial honorario que fue de nuestro Ejército Zapatista de Liberación Nacional.
Acá recordamos la mirada tierna y firme de Don Félix, pero también su presencia de usted. Como si en ambos se completara el andar. Por eso le decimos que nos duele su ausencia de él. Pero también nos duele el dolor que ahora duele en su corazón, Doña Emilia.
Por eso en estas letras no sólo queremos saludar la memoria del compañero Félix Serdán, también queremos abrazarla a usted.
Usted y él nos han mostrado en vida, que el compromiso y el ser consecuentes no se alardea, que no se mide en templetes, reflectores, grandes discursos y calendarios fatídicos.
Porque la lucha no es un relámpago coyuntural que ilumina todo y desaparece sin más. Es una luz que, aunque pequeña, se alimenta todos los días y a todas horas. Una luz que no se pretende única y omnipotente. Una luz que tiene como objetivo el unirse a otras, no para alumbrar un monumento, sino para iluminar el camino y no perdernos.
En pocas palabras: la lucha no se vende, no se rinde y no claudica.
Él, como usted, siempre nos hablaron y hablan con la palabra sencilla y verdadera de quienes comparten sueños, dolores y empeños.
Y cuando lo escuchábamos, los escuchábamos a ambos. Y era a los dos a quienes veíamos, y vemos, a nuestro lado en el largo camino de la resistencia.
Porque aunque no hay palabra que calme el dolor, ustedes dos nos han heredado el compromiso de ser zapatistas hasta el último aliento.
Ese ejemplo de ustedes dos, que se repite y refleja en mujeres, hombres y otroas en todos los rincones del planeta, nos demanda y obliga en los dos pasos en los que insistimos quienes luchamos por justicia, libertad y democracia: la resistencia y la rebeldía.
Y así como los miramos a ustedes, en su mirada nos vemos. Porque ustedes dos han estado de este lado sin depender de modas y coyunturas. Están porque reconocieron que el camino de acá y el de allá tienen el mismo destino.
Sin desgastarse en las miradas y palabras de arriba, ustedes dos han tenido siempre el corazón abierto para quienes son como nosotras, nosotros. Para quienes no confiamos para nada en el sistema que nos oprime, engaña, ataca. Para quienes, con la misma tierna rabia que se adivinaba en la mirada del Mayor Insurgente Félix Serdán y en usted, Doña Emilia, construyen sin aspavientos, sin ceremonias inútiles y sin declaraciones estruendosas, los mil espejos de la libertad.
Vimos que una bandera, la rojinegra del EZLN, arropó el reposo final de nuestro compañero. Con ella y en ella estuvimos y estamos las mujeres, hombres, niños y ancianos del Ejército Zapatista de Liberación Nacional. Con ella y en ella estamos con usted, Doña Emilia.
Y en quienes se cobijan bajo esa bandera, seguirá su ejemplo de ustedes. Seguirá la lucha. Porque es cierto que la muerte no encuentra alivio si nuestra mirada se detiene en el final. Pero acá pensamos que la muerte sólo se cura con vida, y la vida sólo vale la pena con lucha. Y la lucha sólo es fértil en colectivo.
Así que no nos morimos con Don Félix. Con su vida vivimos. Con su vida y con la de muchas, muchos y muchoas que se mueren resistiendo y rebelándose. Porque aunque parece que nadie lleve la cuenta de las ausencias, hay quien es nadie para no olvidarla.
Reciba nuestro abrazo que, aunque no cure las ausencias, alivie al confirmarles, a usted y a Don Félix, que sus miradas acá se reflejan porque también se andan los mismos pasos.
Desde las montañas del Sureste Mexicano.
A nombre de las mujeres, hombres, niños y ancianos del Ejército Zapatista de Liberación Nacional.
Subcomandante Insurgente Moisés Subcomandante Insurgente Galeano.
México, Febrero del 2015.
P.D.- Según nos dicen compas del Equipo de Apoyo de la Comisión VI del EZLN, ya le entregaron una pequeña ayuda que le mandamos en cuanto supimos la triste noticia. Con esta carta le deben entregar otro tanto. No es mucho porque nuestras posibilidades son reducidas. Pero el apoyo entre compas no tiene medida. Conocemos bien que eso no alivia el dolor de la ausencia, pero sabemos que padece también dificultades económicas por la larga enfermedad de nuestro compañero. Estamos seguros de que l@s compas de la Sexta en todo el mundo, estarán, como nosotros, pendientes de apoyarla en lo posible.